Aprenden a emprender.
Perseverancia y resiliencia.
Desarrollan su autoestima, su autoconfianza y la cultura del trabajo.
Aprenden a amar lo que hacen.
Valoran el trabajo de sus padres.
Comprenden de mejor forma el valor y cuidado del dinero.
Estimulan el gusto por las matemáticas, al darles un uso real.
Estimulan valores como el servicio a los demás, el trato justo al personal, el trabajo en equipo, la ecología y la conciencia social.
Desarrollan sus habilidades de liderazgo.
Se fortalecen para hacer frente al bullying y evitarlo.
Se realizan personal y profesionalmente.
Obtienen herramientas para ser independientes toda su vida.